La película que más esperaba en el último tiempo resultó ser una chantada absoluta. Antes de 300, Zack Znyder había hecho El amanecer de los muertos, remake de la obra maestra de George Romero, que fue una sorpresa mayúscula. 300, en cambio, es un bodrio solemne y aburrido, plagado de ralentis que le quitan todo tipo de emoción y que son tantos que, de ser reproducidos en velocidad normal, la película duraría algo así como 10 minutos. Con el villano más débil en demasiado tiempo, sin el nervio que sí tenía Apocalypto, y con escenas de violencia terriblemente pacatas, 300 hace que uno se pregunte cuán perjudicial para el cine es el exceso de CGI. Obviamente que en algunas películas se lo emplea bien, pero aquí está totalmente sobreutilizado, hace de la película algo demasiado mecánico y anticlimático. Además, su exceso de grasitud –parece hecha por un puto de Miami, con sus personajes “marcaditos”, su villano con pinta de drag queen y sus escenas de sexo de publicidad de champú-, y el hecho de que no se haga cargo de ella arruina aun más el resultado final. Que es francamente soporífero.
Sunday, April 01, 2007
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