Bueno, eso, he vuelto, luego de casi dos meses de ausencia de la blogósfera. La promesa de hablar de Derecho de familia se me fue a la mierda y ahora ya casi que la bajaron de cartel, pero quiero volver a decir que es excelente. No tanto así El custodio, una película que "está bien" pero que carece de alma. Qué se yo, prefiero al Moreno de Olivera y Achala, el de Compañeros (el corto de Mala época), el de El descanso. A este lo veo demasiado impostado, demasiado vacío. Chávez es, fue y será un capo de aquellos, pero la dirección que tomó Moreno no me convence demasiado. Mi estreno favorito en lo que va del año es sin duda V de venganza, que se perfilaba a bodrio de aquellos pero resultó ser una gran sorpresa. El final me emocionó hasta las lágrimas. Si la media del cine mainstream fuera como esta película o como Misión: Imposible 3, entonces podríamos decir que el mainstream está vivo y goza de buena salud. Pero entonces aparecen horripilancias tales como El código Da Vinci, el acta de defunción del otrora gran Ron Howard, un film absolutamente soporífero, sin un gramo de emoción, pésimamente narrado, con un record absoluto de incongruencias de guión y un nivel de sobreexplicación (se muestran flashbacks narrados por personajes y lo mismo que dicen ocurre en la pantalla) rayano en lo absurdo. El único estreno de la semana (vaya diversidad en la cartelera argentina) es un plomazo insufrible y ocupa entre 5 y 6 salas de cada multiplex.
Ah, y me enganché (bastante tarde, hay que decirlo) con El tiempo no para. Es malísimo, de eso no hay duda, pero de tan malo que es se torna adictivo.
Ah, y me enganché (bastante tarde, hay que decirlo) con El tiempo no para. Es malísimo, de eso no hay duda, pero de tan malo que es se torna adictivo.
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