Sunday, July 19, 2009

No more Pells



Me quedó en el tintero, pero no lo pude postear antes. El miércoles terminó Los éxitosos Pells, que pasará a la historia como la única tira diaria que vi completita, sin perderme un sólo episodio, en toda mi vida. De las de los últimos años, Lalola me gustó, pero la agarré tarde y no me pude enganchar. Y El tiempo no para, bueno, la agarré tarde y, si bien la vi hasta el final, fue algo más "guilty pleasure" que otra cosa, porque a pesar de haber tenido sus momentos (y a Sofía Gala), cuando se quedaron sin historia se notó y mucho. No la culpo, igualmente. El formato de tira diaria suele ser así; por obviedad, es difícil mantener el interés y no quedarse sin ideas si se realizan tantos episodios en tan poco tiempo. A Los exitosos Pells le pasó en un momento. No duró mucho, pero lograron salir adelante de una forma más bien noble: cuando se dieron cuenta de que la historia no estaba yendo para ningún lado, aprovecharon a ese grupete de grandes comediantes que tenían y los pusieron a improvisar, "a romper la cuarta pared". Y así, a pesar de estar estancada narrativamente, la serie salió a flote a pura comedia e interludios musicales (by the way, Amigorena interpretando el tema de Spider-Man fue algo especialmente inspirado).
El punto de partida de Los exitosos Pells era algo bien digno de Frank Capra, pero el estilo fue siempre bien de screwball comedy, con diálogos veloces y una infinita cantidad de grandes one-liners. Su visión del mundo era más bien deudora de Billy Wilder, pero el "delivery" era hawksiano. Sí, con Los exitosos Pells estuvimos frente a un objeto híper clásico, a pesar de su intento de ser posmo.
El ensemble cast fue una parte importantísima del éxito de la serie. Partiendo por dos comediantes excepcionales en los protagónicos (no lo tenía a Mike Amigorena, y resultó ser toda una revelación), y siguiendo por otro gran dúo cómico como lo fue el que integraron los Diegos Ramos y Reinhold, sin olvidar, por supuesto, a las siempre increíbles Mirtha Busnelli, aquí completamente desatada y brillante, y Claudia Fontán, el elenco funcionó, en su mayoría, muy pero muy bien. El único personaje que no llegó a funcionar del todo fue el de Gastón Ricaud, y es verdad que costó mucho que el personaje de Mex Urtizberea dejara de resultar insufrible, pero esto último terminaron lográndolo. Ah, y lo de Alejandro Awada, salvo en los últimos episodios, cuando su personaje se integró un poco más al universo de la serie, estuvo completamente fuera de registro.
Si hubo algo novedoso en esta serie fue su puesta en escena. Esos planos secuencia recorriendo el canal fueron algo que rara vez se vio en la TV local (sólo se me viene a la mente Szifrón y su espectacular plano secuencia en el segundo episodio de Hermanos & Detectives). Y los cuatro o cinco episodios anteriores al último fueron narrativamente brillantes y concisos, nada se estiró, todo fluyó a la perfección (algo que no ocurrió en otros momentos, porque si bien la serie estuvo muy bien, hubo una cantidad importante de baches e incongruencias guionísticas, que sí, como dije, eran opacadas por los arranques de humor, pero existieron). En cuanto al último episodio, que decepcionó a varios (se me ocurrió entrar a un par de foros y los fans estaban que trinaban), a mí me gustó mucho, más que nada por su bajísimo perfil.
Ahora bien, Telefé: ¡Basta de querer hacernos creer que Florencia Peña es una buena comediante! En el programa hizo una guest appearance y, como no podía ser de otra manera, dio vergüenza ajena. No sé de dónde salió el invento de que esa mujer es buena comediante (el sólo ver cinco minutos de La niñera o de Casados con hijos sería suficiente para convencernos de lo contrario), pero nunca es una mala oportunidad para desmentirlo.