Sunday, February 04, 2007

Pendejos

Ojo que voy a hablar de Little Children con un par de spoilers.

Little Children, conocida aquí como Secretos íntimos, es una película horrenda. No me irritó tanto como sospeché, porque tras ver el trailer (uno de los más pretenciosos de la historia del cine), pensé que iba a estar repleta de golpes bajos, y lo que más detesto en el cine son los golpes bajos. Encima, habiendo niños en la película, me temía que iba a haber golpes bajos con niños. Y si hay algo que detesto más que los golpes bajos son los golpes bajos con niños. No hay nada de esto en la película. Pero sí hay, como sucede cada vez más en estos pseudoproductos pseudoindies, una gravedad y una solemnidad que atraviesa toda la película y la vuelve insoportable.

La trama no es más que un rejunte de todo el cine indie americano que se viene haciendo (como lo fue American Beauty en su momento) con un toque de Desperate Housewives. Los personajes, más que eso, son caricaturas, cosos sin profundidad alguna que el guión utiliza sólo cuando los necesita y después los deja a la deriva (el caso más claro de esto es el del marido del personaje de Kate Winslet que, tras protagonizar un hecho hacia el comienzo de la película, no se vuelve a mencionar el hecho y el personaje rara vez vuelve a aparecer).

Lo más irritante de la película, igualmente, es un recurso que habla a las claras de la incompetencia absoluta de quienes realizaron este mamotreto. Durante toda la película, aunque de forma intermitente, aparece una voz en off (omnisciente y muy muy fea) explicando, o bien lo que estamos viendo en pantalla, o bien lo que no vemos y deberíamos ver si no fuera porque no se lo supo narrar con armas cercanas al cine. El resultado es una película que bien podría verse con los ojos cerrados; total, nada cambiaría. Además, esto nos ahorraría la espantosa iluminación de comercial de shampoo en las escenas de sexo y los planos falsamente virtuosos que atraviesan la película.

Encima, y a pesar de hacerse la progre durante dos horas, termina cerrando todas las historias con un puritanismo atroz de esos que tanto molestan. Esta película hija de puta nos dice lo más pancha que lo primero es la familia, aunque la familia apeste, que el sexo (especialmente el extramarital, y más especialmente aun la masturbación, ya que para la película eso es cosa de pervertidos) es algo sucio y repudiable, y que a los paidófilos hay que castrarlos, o bien deben castrarse ellos mismos. Esta bajada de línea neanderthal no debería sorprender a quienes hayan padecido del anterior bodrio fascista del director (y mejor actor, verlo en Walking and Talking de Nicole Holofcener) Todd Field, In the Bedroom, pero no por eso deja de ser espantosa.

Kate Winslet está hermosa como siempre –aunque su actuación no es más que correcta y fue nominada al Oscar por este bodrio y no por su gran presencia en El descanso-, Patrick Wilson también (aunque, pará de hacer bodrios, querido), pero la WIWQ Jennifer Connelly está fea (aunque la película la haga pintar como hermosa) y porta peinado rolinga. Una película de mierda, aunque obviamente recibida con bombos y platillos por gran parte de la crítica local e internacional. Encima es una película coral. Muerte a las películas corales ya!! (salvo Magnolia).

Ah, el trailer (imperdible por ser el horror absoluto):