Sunday, August 27, 2006

Overrated!!!

Bueno, luego de ochenta antivirus y quinientos antispywares mi máquina funciona por lo menos un poquito, así que por fin pude terminar este post. Enjoy!!

Anteayer fuimos con las subvaloradas, hoy vamos con las sobrevaloradas. Quiero aclarar que los escritos de cuatro de estas doce películas provienen de un post que escribí para el efímero blog Partypoopers, aunque retocadas para la ocasión. Como sigo opinando lo mismo de ellas me pareció lo más coherente copypastearlas. El orden es distinto al del otro blog porque en ese caso quería tener en cuenta no hablar sobre películas de cuyos directores o protagonistas ya había hablado en posts anteriores. Así que acá va, mi lista de películas que todos aman y yo odio:

1) La casa de los espíritus: Recuerdo cuando se estrenó esta película en Argentina, allá por el 94. Recuerdo que la vi en el cine Iguazú, que ahora es una Iglesia Universal de Cristo. Recuerdo a la gente que lloraba a moco tendido y que salía diciendo "esto es el cine". Recuerdo las 5 estrellitas en La Nación. Recuerdo las náuseas que me dio este bodrio colosal, pero si en ese momento pensaba que era un bodrio "artie", hace poco cuando la agarré por Hallmark Channel me di cuenta de que en realidad es una película en extremo precaria. Filmada como el ojete mismo (aunque supongo que cualquier ojete fotografía mejor que esta película) y contando con el peor maquillador del universo, la película no se sostiene ni 5 segundos sin antes caer en el más bajo de los ridículos. El realismo mágico es una de las peores cosas que pasaron al mundo. Isabel Allende es otra. Y la culpa de esto la tiene sin duda García Márquez. Y Bergman, porque antes de esta mierda Bille August había hecho Con las mejores intenciones, película con guión autobiográfico de yasabenquién, y Pelle el conquistador, film de August de unos años antes, no estaba taaaan mal. Pero ni a mi peor enemigo le recomendaría ver este crimen de lesa humanidad, donde no conforme con ser una reverenda cagada, la torturan a Winona. Esta es una lista de películas sobrevaloradas, pero La casa de los espíritus también se ubica cómodamente en el primer lugar de mi lista de las peores películas de la historia del cine.

2) La historia oficial: Para demasiada gente esta es una película emblemática e importante para el cine argentino y para mí no sólo es mala sino que también es altamente peligrosa. Como siempre, la hipocresía del argentino medio hace estragos. Los argentinos tenemos todo un historial en el arte de lavarnos las manos. El mismo pueblo pidió un golpe de estado y ahora no se hace cargo, el mismo pueblo apoyó en su momento a la guerra de Malvinas y ahora resulta que la culpa la tuvieron solamente el gobierno militar y toooooooodos habitantes de Inglaterra y, obviamente, cuando llegó la democracia de repente nadie sabía nada de que hasta ese momento estaban secuestrando, torturando y asesinando gente. La historia oficial trata de una señora (Norma Aleandro, of course) que se "entera" de que su marido era represor y que la hija que tienen es hija de desaparecidos. El mensaje horrendamente tranquilizador de la película, la justificación del nefasto y falso discurso de "éramos tan ingenuos" y lo ridículo de tratar de hacer creer a la gente que una persona no sabía que el hombre con quien vive fue un represor y un asesino hacen de esta una película criminal. La canción que se escucha varias veces en la película es la gran "En el país de Nomeacuerdo" de María Elena Walsh, que dice bastante de la película, pero diría más si la hubiesen rebautizado "En el país de Nomequieroacordarporquesimeacuerdoquedomal".

3) El club de la pelea: David Fincher había hecho su debut con una película excelente: Alien 3. Si bien las malas lenguas decían que esa película la había hecho más Walter Hill que Fincher, entre Alien 3 y los videoclips que realizó podría haberse pensado que estaríamos frente un director a seguir. Pero después llegó The Game, una película tramposa y arbitraria que tenía un esquema narrativo insufrible a lo "jodita de Tinelli", donde ya empezó a demostrar ser un chanta de aquellos. Pero el summum de su cancherismo visual y de guión, de su ideología tirando a nazi, de su estilo "provocativo" que escondía un conservadurismo alarmante llegó con Fight Club, que a la vez fue su película más festejada. Un compendio de ideas horribles sobre el mundo que confunde el hacer piruetas con la cámara con filmar bien, Fight Club es una tontería de principio a fin disfrazada de "película importante", un monumento a la autoindulgencia que como si fuera poco, tiene una vueltita de tuerca final que es un espanto. Después Fincher volvería con Panic Room, un bodrio con guión del gran David Koepp que se nota a todas luces que si la hubiese dirigido De Palma hubiese sido una obra maestra.

4) 2001, odisea en el espacio: Una película que nadie entendió, pero que por alguna razón nadie duda en catalogarla de obra maestra. Kubrick tuvo muchas veces el problema de un exceso de perfeccionismo que le quitaba toda frescura posible a sus películas. Cuanto más confiaba en hacer una película en lugar de hacer "la mejor película de la historia", mejor le salían las películas, y esto lo demostró con grandes films como La patrulla infernal, Lolita y Ojos bien cerrados. Pero varias de sus películas sufren de ese perfeccionismo que las hacía completamente frias. Y qué mejor ejemplo que 2001, una de las más soporíferas de todos los tiempos, un mambo jumbo filosófico sin una pizca de emoción. Todo aquí es virtuosismo por el virtusismo mismo, todo es un "miren qué bien que filmo", pero se trata de un film carente de cualquier tipo de pasión. Los valses espaciales con Strauss sonando son el ejemplo más claro de todo esto. La película se detiene para filmar esto, pero mientras lo muestra no está contando absolutamente nada, el contrario absoluto de la cámara juguetona de De Palma en Misión a Marte de la que hablé en el post de las underrated, donde De Palma se caga de risa de 2001 y mientras tanto la corrige, ya que mientras muestra esos planos virtuosos está todo el tiempo narrando a la vez. Otro que se burló de manera colosal de 2001 fue John Carpenter en su opera prima Dark Star, una película divertidísima sobre gente que se aburre en el espacio, que está filmada con dos pesos con cincuenta y un farol y termina teniendo toda la pasión, todo el placer y todo el cine del que 2001 carece.

5) Luna de Avellaneda: Ay, Campanella, Campanella. Vos habías empezado bien cuando laburabas en la tv yanqui. Habías hecho unos telefilms basados en hechos reales que no tenían ninguno de los vicios de aquel tipo de películas. Hiciste una relectura interesante del film noir con Ni el tiro del final. Hiciste una excelente comedia romántica en El mismo amor, la misma lluvia, pero tuviste que cagarla metiéndole un trasfondo político y convirtiendo al héroe en un villano irredimible. Y después vino la debacle cuando hiciste El hijo de la novia, una película espantosa y sensiblera que rememoraba con nostalgia las películas que hizo Palito Ortega con Sandrini en la época del proceso. Pero con Luna de Avellaneda te pasaste: hiciste pasar a los personajes buenos como villanos y viceversa, intentaste arrancar lágrimas a cualquier precio, lo dejaste a Eduardo Blanco más suelto que nunca, metiste un chivo de McDonald's en una película que se proclama a los cuatro vientos en contra de las grandes empresas. Luna de Avellaneda es cine populachero del peor, una reivindicación de los valores más nefastos del argentino medio, una película completamente reaccionaria. La escena en la que Darín pone a la nena pobre en la primera fila para que a Fanego le dé lástima termina de convertirla en algo miserable. Y encima, Campanella, tuviste una sola conversación con Adam Sandler y si bien no se pusieron de acuerdo logró por su priopia cuenta convertirse en uno de tus discípulos. Campanella, andate bien a la mierda.

6) Esperando la carroza: Esta no me parece una película pésima. Tampoco me parece nefasta. Pésima y nefasta es Cien veces no debo, el siguiente opus de Doria. Esta es más bien mediocre. Pero siempre me molestó que se la tome como la gran comedia del cine argentino, por gente que seguramente no vio muchas películas (o ninguna) de Schlieper y Manuel Romero. No es peligrosa porque muestra lo hijo de puta que puede ser el argentino medio pero no lo festeja, como sí lo hacen las películas de Campanella. El problema es que si lo deja en claro todo el tiempo, especialmente en la escena de Brandoni comiéndose las empanadas de la familia pobre, después lo subraya con 80 marcadores al final, cuando Mónica Vila se empieza a cagar de risa, le preguntan "¿de qué te reís?" y ella dice "de nosotros". Y mira a cámara. Esto da pie para hablar de otro gran problema de la película: su extrema teatralidad. Esperando la carroza es puro teatro filmado, el cine está completamente ausente. El grotesco tal vez pueda funcionar en el teatro (no lo sé porque no me gusta el teatro), pero en una película queda horrendo. Y las actuaciones son horribles, empezando por Antonio Gasalla, que como Mamá Cora está tan insufrible como siempre. Digo, ¿no? ¿Cómo puede ser que Gasalla siga haciendo reir a la gente cuando hace 20 años que sigue explotando los mismos (horribles) personajes cual Mario Sapag? Pinti también está pésimo. Sólo se salvan Grandinetti, que está desopilante y, un poco, Brandoni. China Zorrilla hasta ahí, dependiendo de cuanto se banque uno a su personaje (yo puedo soportarlo sólo unos minutos).

7) Dogville: Más teatro filmado, pero esta vez la experiencia es más extrema. Von Trier me parecía un buen director; ha hecho grandes películas como Europa, Contra viento y marea y la genial miniserie The Kingdom. Pero cuando empezó a creérsela ya me empezó a romper mucho las bolas. Los idiotas me parece muy pero muy fea, pero hay pocas películas que me generen la repulsión de Dogville. Su estética de set dibujado con puertitas invisibles es un recurso que hace recurrir a los actores a la mímica, lo cual nunca es un buen punto de partida. Pero el problema es que este recurso se agota a los 15 minutos de película, y todavía quedan 2 horas 45 de sufrimiento. Las barrabasadas que este hijo de puta hace con sus personajes no tienen punto de comparación. Tanto en Contra viento y marea como en Bailarina en la oscuridad los personajes sufrían, y mucho, pero acá no sólo sufren sino que Von Trier los trata terriblemente mal, siempre en su pedestal y con su dedo acusador. Lo peor llega sin duda al final, donde recurre al truquito de shock más bajo y abyecto al que se puede llegar: el momento en que acribillan al bebé. Y los créditos finales, con la canción Young Americans de Bowie y un montaje de fotos completamente redundantes con lo que se escucha (Bowie canta "Do you remember the President Nixon?" y se ve una foto de Nixon) son otra prueba de la incompetencia de este tipo que gracias a que la gente lo respeta se cree que es indispensable para el cine, cuando estaríamos mucho mejor sin él.

8) El paciente inglés: Si dejamos afuera al Rob Gordon/Rob Fleming de la película/novela Alta fidelidad, nunca me sentí tan identificado con un personaje como con el de Elaine en el capítulo de Seinfeld en el que tiene todo tipo de problemas (pierde novio, amigas y trabajo) porque odió El paciente inglés. Fui a verla con mucha espectativa; las dos películas anteriores de Minghella, Truly Madly Deeply y Mr. Wonderful me encantaban (y Mr. Wonderful, aquí conocida con el horrendo título de ¿Con quién caso a mi mujer?, me sigue encantando, la otra no la volví a ver), pero soportarla fue una de las experiencias más tortuosas de mi vida. Sus 2 horas 45 se me hicieron eternas (y eso que yo puedo ver y rever las 7 horas y media de Satantango y las 4 horas de La mamá y la puta); entiendo perfectamente cuando Elaine grita en la sala "¡¡¡¡morite de una vez!!!!", y a la salida, totalmente fastidiado, veía cómo el público creía haber visto una obra maestra. Me peleé con mucha gente por esta película que todos trataban como si fuera la octava maravilla, y encima le dieron el Oscar a mejor película, lo cual alimentó aún más de furia; soy de los que odian la ceremonia y todo lo que representa pero cuando gana alguna película o un actor que amo me pongo muy contento y viceversa, debo admitirlo. El paciente inglés es muy mala (y el personaje de Juliette Binoche, por el cual también ganó el Oscar, es insufrible), pero tiene algo peor que eso, ¡¡¡es muy aburrida!!!

9) Cinema Paradiso: Giuseppe Tornatore en su máximo esplendor. Una de esas películas que (como las últimas dos de Campanella, con las que este tipo se convirtió en nuestro Tornatore, algo horrible que a él lo debe hacer feliz) hacen todo lo posible como para arrancarle una lágrima al espectador, recurriendo al golpe bajo y a la sensiblería más desatada. Con gancho “cinéfilo-nostalgioso” para vender al público (al igual que la horrenda Elsa & Fred), esta película es un compendio de lugares comunes y demagogia, con un altísimo nivel de cursilería. Esta última no es una cualidad negativa per se; hay varias películas cursis que resultan queribles por esa razón. El problema es que Cinema Paradiso no se hace cargo de que es cursi, y se vende como película importante y necesaria cuando no es más que una operación de marketing que salió bien porque fue un exitazo. Pero es horrible.

10) Amelie: Cualquier película que haya hecho famosa a Audrey Tautou merece ser repudiada de aquí a la eternidad. Más aun si se trata de esta película de Jean-Pierre Jeunet, un tipo que junto a Marc Caró hizo Delicatessen y La ciudad de los niños y solo hizo Alien Resurrection, tres películas repletas de grandes ideas visuales. La diferencia con Amelie es que aquí Jeunet cree que tiene grandes ideas visuales, y las explota todo el tiempo. Pero las imágenes son feas y su cancherismo visual y narrativo resulta altamente irritante. Amelie (el personaje) es muy desagradable y bastante hija de puta, a pesar de que la película la venda como la bondad hecha ser humano, y encima su sonrisita siniestra mete mucho pero mucho miedo. Chequear la escena de la estación en la que Amelie ve a tres negros caminando a lo lejos, gira para otro lado y empieza a caminar más rápido, como para huir de ellos. Se trata de un detalle sutil, pero revela que además de ser una mierda, esta maldita película también es racista.

11) Alien: Si Tony Scott hace películas a toda velocidad, entonces su hermano Ridley es todo lo contrario. Si uno es un Posche, el otro es un Dacia. Vean ahora Blade Runner o esta película y verán lo aburridas que son. Blade Runner no está tan mal, pero está muy envejecida (y el Director’s Cut, que le saca la voz en off que era lo mejor de la película, es horrible). Alien, en cambio, nunca fue buena. Y esto se debe principalmente a que se trata de una película de terror, un género que Scott parece no conocer en lo más mínimo. En Alien casi que no pasa nada (compárenla con la montaña rusa que es Aliens de James Cameron y verán a qué me refiero), y Scott no logra crear un sólo clima, ni un poquito de emoción, nada. Lo triste es que otro director más capaz podría haber hecho del mismo guión una obra maestra. Pero Scott tuvo que ir y arruinarlo. Nabo.

12) La novicia rebelde: Robert Wise, director de varias obras maestras (The Haunting, The Body Snatcher, West Side Story, El día que paralizaron la tierra), fue también autor de una de las películas más horrorosas jamás filmadas. Cine familiar y católico para las masas, la negación de todas las grandes cosas que se han hecho en el cine musical, formato scope imponente y de 70mm al servicio de imágenes pretendidamente lindas y completamente vacías. Aburridísima en sus casi tres horas de duración y con los insoportabilísimos niños Von Trapp y la más insoportable todavía Julie Andrews, toda casta y horrible, La novicia rebelde es tan poco interesante y vacía argumentalmente que uno se pregunta por qué diablos fue el exitazo que fue. Qué lástima que algunas canciones muy lindas hayan tenido que ser desperdiciadas en semejante película.

Bonus Tracks: Casi todo Bergman (Un verano con Monika no porque es una obra maestra), casi todo Antonioni (El pasajero no porque es una obra maestra), bastante Chaplin (Monsieur Verdoux no porque es una obra maestra), Godard post-Weekend, Tarkovski, Alan Parker; American Beauty, Claroscuro, Fargo, Barton Fink, Los sospechosos de siempre, Amadeus, La fuerza del cariño, Africa Mía, Traffic, La mala educación, Todo sobre mi madre, Bleu, Las invasiones Bárbaras y Héroe.